martes, 5 de junio de 2012

Agra primera parte

Siento no poder poner fotos, pero el internet en mi pequeño ordenador no funciona muy bien, espero poder  hacerlo el jueves de  Delhi. Hoy estamos en Jaipur, la tambien conocida como ciudad rosa; pero, antes de contar sobre el día de hoy, contaré un poco mas sobre nuestro día de ayer en Agra.

Después de pensar un poco sobre ayer me he dada cuenta que, por un lado fuimos turistas tontos que caímos en todas las trampas que los agradenses -o como quiera decirse- usan para sacar los cuartos al turista incauto; por otro lado, vimos sitios que no puedes ver si un lugareño no te los enseña, además de tener un día relativamente relajado.

Cuando llegamos a Agra intentamos salir de la zona de la estación, allí los cazaturistas es donde consiguen la carne fresca, nosotros eramos la presa. Conseguimos salir de la maraña de pesados que nos seguían, pero inexplicablemente nos convencieron que la tarifa oficial para ir al Agra Fort railstation eran 100 rupias (tarifa del gobierno la cabina de prepago). Lo cierto es que no nos convencieron, simplemente dentro de nosotros decidimos la parte facil: regresar, la pagar, y nos quitamos de regateos con el conductor del autorickshaw (o tuck-tuck en otros sitios). El conductor era "KK" un tipo de dominaba el Inglés (me da la impresión que el nivel de Inglés aquí es peor que en España); a los pocos minutos de comenzar el viaje KK nos enseña un libro con notas de viajeros de todo el mundo con notas sobre las bondades del conductor y su Tour, y por supuesto su tarifa... 900 rupias. Decidimos contratarle, y lo sacamos por 600 rupias por todo el día (precio creo que excesivo). Después de tomar posesión de nuestra austera habitación de hotel comenzamos el tour.

Lo cierto es que el tío se lo curra. Comenzamos por ir hacia el río -Rach quiere ir lo primero al Taj, pero KK dice que es mejor ir a la tarde, "There are less people, less sun, less pollution, better views and pictures", le hacemos caso-. La visita al río es una cosa que no te ocurre hacer si no te llevan: la gente lavando; lavanderas profesionales junto a sus hijos que duermen en chabolas -al lado de estas las chabolas españolas son palacetes-; colores mezclados por doquier. Nos miran y continuas con su vida, hacemos fotos y continuamos con la nuestra.

Después de esto nos llevaron a otro monumento al que no se puede llegar si no te acompaña un lugareño. Es uno de los pozos que los Mongoles construyeron en Agra unos cien años antes de la construcción del Taj Mahal -el cual se ve a lo lejos-. El pozo es enorme en dimensiones, esta casi seco y el lugar huele a insalubre, en su  interior se ve la estructura, con galerías. Según KK el agua era potable, pero en los últimos años escasea y esta contaminada. Después del pozo nos acerca a unas de las casas de los agricultores: son minúsculas, con un único camastro -no estro, da miedo-, son de adobe con techos de múltiples materiales (ramas, plasticos... cualquier cosa es buena). KK nos dice que esas casas las usan poco, que tienen otra en el poblado, ¿quien sabe?.

Las camas de la gente pobre es otra cosa que llama la atención, la he visto en la cabaña, pero se pueden ver desde el tren cuando cruzas un poblado: una estructura de madera minúscula y unas tiras de cuero, esto es todo.

Después de esto nos acercamos a ver la parte trasera del Taj Mahal desde la orilla opuesta del río. Muy bonito, aunque me impresiono mas una congregación de gente que había a unos 300 metros del Taj junto a una estructura de piedra que indudablemente era religioso y unos fuegos: era una ceremonia por un difunto al que estaban cremando -esto estaría como a 800 o 1000 metros de nosotros-.

Tercera visita: el Baby Taj, un mausoleo monumental, de mármol blanco, precioso. Sus dimensiones son mucho mas modestas que las del Taj y los visitantes son escasos. Mereció la pena

Antes de comer visitamos el Fuerte de Agra. Dentro la gente, turistas Indios, nos mira descaradamente, algunas mujeres se hacen fotos con Rachel, los hombres conmigo o con los dos, algunas familias quieren ser retratadas por mi ¿se pensarán que soy un fotógrafo profesional por la cámara?-. El lugar es impresionante con multitud de edificios en arenisca roja y mármol blanco.

Y entonces llegó la hora de la comida... pero a partir de aquí, que es cuando comienza nuestro via crucis lo cuento mañana, que ahora es casi la una de la mañana y tengo que dormir.


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