sábado, 24 de marzo de 2012

Comprendiendo India (I)

No aporto nada nuevo si digo que la india es un país que se encuentra en Asia del Sur, que limita con el océano Índico al sur, con el mar Arábigo al oeste, al este con el golfo de Bengala o que hace frontera con Pakistán al oeste y con China, Nepal y Bután al norte. Pero esto no ha sido siempre así, hace mucho tiempo, la friolera de 140 millones de años, la India era parte del supercontinente de Gondwana –el cual se formo, junto a Lurasia al disgregarse Pangea- junto con lo que es hoy Africa, Australia, la Antártida y Sur América. Para ser más exactos, la India estaba pegada a Australia.

Hace cien millones de años nuestra querida India se independizo geográficamente de su compañera Australiana y comenzó a flotar por el mar de Thetis como isla hacia el norte. Este movimiento fue muy rápido –unos dicen que a 11 cm por año, otros que a 20 cm por año-, y la consecuencia fue que colisiono con Eurasia hace unos cincuenta y cinco millones de años. Como resultado de esta colisión la tierra se elevó, desde el fondo del mar de Thetis, quince mil metros aproximadamente y se formó la cadena montañosa más alta de la tierra, el Himalaya. Este movimiento aún no ha terminado. En la actualidad la placa Índica se desplaza hacia el noresta a una velocidad de cinco centímetros por año, mientras que Eurasia únicamente sólo dos, lo que hace que el Himalaya crezca un poquito todos los años –no más de dos centímetros al año-.

Vista del Himalaya –imagen tomada de Wikipedia-

Llegado este punto es perceptible hablar un poco del Himalaya, el lugar más alto de la tierra. El Himalaya forma un arco de oeste a este de más de 2.500 kilómetros y tiene un ancho, de norte a sur, de unos 350 kilómetros. Se extiende por lo países de Bután, China, Nepal e India. Su nombre procede del sánscrito -una de las lengua clásica de la India- significando en este idioma morada de las nieves. Cuenta con nueve de las catorce cimas de más de ocho mil metros de altura: Kanchenjunga -8.586 m-, Lhotse -8.501 m-, Makalu -8.462 m-, Cho Oyu -8.201 m-, Dhaulagiri -8.167 m-, Manaslu -8.163 m-, Annapurna -8.091 m-, Shisha Pangma -8.027 m- y por supuesto el Everest -8.848 m-. Los otros cinco ochomiles se encuentra muy cerca del Himalaya, en la cordillera del Karakórum –con el mismo origen que el del Himalaya-.


Mapa de la geografía física de India

¿Por qué cuento todo esto del Himalaya? Pues porque sin el Himalaya es difícil de comprender la forma de ser de la población india. Por un lado, esta muralla natural que separa Eurasia y el subcontinente Indio es una de las causas de la modifica la circulación general atmosférica –modifica la dirección de los vientos dominantes– que en estas latitudes asiáticas crea el clima monzónico. Este clima monzónico es el responsable de la actitud cíclica con que la mentalidad india analiza todo, desde su visión de la historia hasta su idea de la reencarnación. Los monzones son para el hombre indio son algo favorable y a la vez destructivo, son ansiados, temidos y bendecidos. Por otro lado, el Himalaya es para los hindúes y budistas una montaña sagrada; cuando miran la morada de sus dioses no miran el cielo, sino que levantan su mirada hacia sus picos de nieves perpetuas que parecen flotar sobre las nubes.

Además, el Himalaya es el lugar de nacimiento de uno de los accidentes geográficos más representativos de la India: el rio Ganges. Este rio nace en el Himalaya, tiene una longitud de unos 2.500 km, y desemboca en el golfo de Bengala, formando el delta del Ganges, el mayor del mundo. Durante mucho tiempo este rio ha sido considerado sagrado por los hindúes, y ha sido objeto de culto. Para muchos hindúes, beber del Ganges puede limpiar el alma de la persona de todos los pecados pasados, y también puede curar la enfermedad.



El Ganges a su paso por Varanasi. Imagen obtenida en la web http://www.flickr.com/photos/ironmanixs/174495234/ -autor ironmanixs-

Llegado aquí, me doy cuenta que para poder llevar a cabo la tarea que inicialmente me había impuesto en este blog, que no era otro que comprender el arte y la cultura india, tengo un impresionante trabajo. Espero ser capaz de hacerlo.

Declaración de intenciones

Después de mucho pensarlo nos hemos decidido: nos vamos una semana a la India, en junio; esto ha sido nuestro regalo a nosotros mismos después de mucho trabajo y de un año 2011 muy apretado de agenda y de emociones. Soy consciente que no es el mejor mes para viajar a estas latitudes, el calor será insoportable, pero es lo que hay.

Por delante tenemos, mi mujer y yo, unos meses de preparaciones. Por un lado tenemos que decidir que ciudades visitar, este trabajo ya lo ha hecho Rachel, visitaremos Delhi, Agra y Jaipur. Por otro lado, tenemos que escoger medios de transporte entre las ciudades y cuadrarlos para minimizar los tiempos perdidos viajando, de esto me encargo yo. Y, además, hay que escoger hoteles, intentaremos que sean económicos pero dignos. De esto último también me encargo yo; ya veremos si me cuesta la elección el divorcio, puesto que yo tengo ganas de un poco de aventura y de india profunda, Rachel no demasiado. Intentaré encontrar en el asunto del alojamiento una solución de compromiso entre mochilero y cinco estrellas, supongo que en el término medio estará la virtud.

Dentro de todo esto ¿donde encaja este blog?, se preguntará él lector. Pues la respuesta es muy simple, quiero recoger para la posteridad –y en especial para el viaje– todo lo que “aprenda” sobre la india, y en particular en un aspecto: aquellas cosas que, estando o no en las guías, hagan entender mejor su cultura, sus gentes, los monumentos…

Y es que, tras tantos viajes, quiero dejar de emular la graciosa descripción que mi profesor de historia en el instituto (el Padre Félix, un Padre Dominico que no se mordía la lengua) hacía de un turista ante un monumento, y quien dice un monumento dice una cultura desconocida: “un estúpido con la boca abierta y los ojos como platos, mirando lo que no conoce, y que no puede ver la verdadera belleza de lo que contempla, su significado.”